viernes, 15 de noviembre de 2013

Restaurando otra muñeca antigua

Hola chicas, como lo prometido es deuda, hoy comparto con todas las que disfrutan de esta actividad, otra restauración de muñecas antiguas.

Esta es Bety, la encontré olvidada en una vitrina de un negocio de antigüedades.

Me encariñé con ella de inmediato, me pareció bellísima, sus rasgos son muy lindos, pero dudé en adquirirla porque, como ven en las fotos, no necesitaba demasiada intervención. Se nota que fue muy querida y cuidada, siempre me pregunto con quién y dónde habrán estado estas muñecas antes de ser abandonadas.

Pero no pude resistirme y finalmente me la llevé. El señor del negocio me dijo que la muñeca llevaba muchísimo tiempo con él.

Es una muñeca marca Halcón, es de pasta, y con el cabello natural. Cuando le mueves las piernas mueve la cabeza. El sistema de los ojos funciona muy bien.

Los daños que tenía eran pocos, estaba un poco sucia, despeinada y en el extremo del torso tenía desgastada la pintura por el roce. Tiene los zapatos, uno de ellos estaba roto.

Tiene unas manos preciosas, me llamaron la atención por sus detalles.





Lo primero que hice fue limpiarla, yo uso toallitas desmaquilantes desechables.

Luego preparé pintura del color de la piel de Bety, eso me llevó bastante tiempo porque no quería pintarla toda, cuanto más se pueda mantener a la muñeca en su estado original, menos valor pierde.

Pinté las partes manchadas, o raspadas hasta que no se notaron más.

Después, como siempre, varias capas de barniz semi-mate, de este modo unifico el brillo de toda la muñeca.

Reparé el zapato, usé un cartón bastante duro y luego de pegarlo y que se secara pinté las dos suelas del mismo color para que no se notara la diferencia.

El cabello fue un tema de preocupación, estaba reseco y al querer desenredarlo se le caía, lo que hice fue preparar una mezcla de acondicionador para cabello y enjuague para la ropa con bastante agua y le fui mojando el cabello con esto y fui desenredando y le até unos ruleros que hice con cartón.

Le cosí un vestido con retazos de telas viejas, le agregué algunos detalles como cinta, flores de tela, y con los mismos materiales le hice un detalle para el cabello.

Con cariño y cuidado espero haber logrado que esta hermosa muñeca luzca como en sus mejores tiempos.






Para mí restaurar una muñeca antigua es rescatar un poco de historia y conservarla por más tiempo entre nosotros.

Espero que les guste esta restauración y el resultado.

Me despido hasta la próxima publicación.

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