Estuve algo ocupada con trabajo y algunos temas personales, que ya les voy a comentar en otra publicación.
Hoy les traigo este porta maceta que terminé hace unos meses.
Tenía vajilla rota, una tetera cachada que amaba y otras cosas que había ido guardando.
Cuando tuve suficiente material decidí recubrir un porta maceta para que todas esas piezas quedaran como recuerdo y pudiera verlas siempre.
Partí de esta maceta de cemento, bastante grande, le corregí algunos defectos con enduído plástico.
Busqué todas las piezas de vajilla vieja y las cubrí con papel de diario y las rompí con un martillo.
También utilicé venecitas de varios colores sobradas de otros trabajos.
Conservé las formas de las rosas y otros dibujos de la vajilla y rellené los espacios con trozos de vajilla blanca.
Me llevó bastante tiempo, es un trabajo que requiere mucha paciencia.
En la parte superior pegué las venecitas, otras las puse entre las piezas de vajilla para integrar.
Algunas piezas tuve que volverlas a pegar porque se caían. Finalmente cuando quedaron fijas las dejé secar bien.
Con pastina recubrí todas las juntas entre los trozos de vajilla y luego que secó retiré el excedente.
Así quedó terminada con la maceta dentro.
Lo bueno de hacer mosaiquismo es que uno se abstrae de todo, se distrae y recicla vajilla, no necesitan comprar herramientas, sólo un poco de paciencia.
Besos y cualquier duda me preguntan.
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